
Biografía del Obispo
ABRAHAM LUIS PAULA RAMÍREZ
OBISPO DE LA IGLESIA ANTIGUA CATÓLICA Y APOSTÓLICA
Mons. Abraham Luis Paula, nació en la Ciudad de Cienfuegos, Cuba, en el seno de una familia cristiana y humanista, sello que dejó su impronta desde su más tierna infancia y que, en definitiva, predeterminó su trayectoria vital.
En el año 2000, movido por su inclinación hacia la música y las humanidades, ingresó en la Escuela de Instructores de Arte "Octavio García Hernández". Allí se graduó en 2004 como Bachiller en Humanidades e Instructor de Arte en la especialidad de Música, siendo reconocido como Mejor Graduado Integral, distinción que le fue entregada por manos del entonces presidente de la República.
Posteriormente, completó los estudios universitarios en la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Conrado Benítez García", en su ciudad natal, obteniendo el título de Licenciado en Educación, especialidad Instructor de Arte, en el año 2010. En reconocimiento a su excelencia académica y compromiso docente, le fue conferida la Insignia "Título de Oro", la más alta distinción otorgada por el Ministerio de Educación a aquellos que exceden el grado de excelencia académica.
Su compromiso con la fe acompañó siempre su camino de formación profesional, encontrando en el arte sacro y en la labor educativa una vía de expresión especialmente fecunda. Desde aquellos primeros años, supo unir con natural armonía la sensibilidad estética y el anuncio evangélico, transmitiendo el misterio cristiano a través de la belleza con autenticidad y profundidad.
Movido por una vocación profunda al ministerio sacerdotal, que le acompañaba desde siempre, emprendió estudios superiores de teología en el Miami International Seminary, donde recibió una sólida formación en las áreas de Biblia, Teología Sistemática, Historia de la Iglesia, Estudios Ministeriales y Misiones. Culminó dicha etapa con la obtención del título de Licenciado en Estudios Teológicos.
Posteriormente, colaboró con el Instituto de Método Inductivo de Estudio Bíblico en América Latina y continuó perfeccionando su formación pastoral mediante cursos avanzados en catequesis de adultos y de niños, preparación sacramental, acompañamiento espiritual, liturgia, counselling pastoral y pedagogía del catecumenado.
Su ministerio fue creciendo en fidelidad al Evangelio y en servicio a la unidad del Cuerpo de Cristo, y se ha desplegado en contextos diversos —eclesiales, geográficos y socioculturales—, siempre con el mismo espíritu de acogida, discernimiento y compromiso con la verdad revelada.
El 13 de diciembre de 2015 fue recibido como miembro de la Iglesia Española Reformada Episcopal. Desde entonces, sirvió en la Catedral de El Redentor de Madrid, ejerciendo el ministerio diaconal y aportando, además, su talento musical como director de coros, pianista y organista al servicio de la liturgia.
En el año 2018 y en la Ciudad Condal, fue ordenado lícita y válidamente al Diaconado —sub condicione— y al Presbiterado. A partir de entonces, su ministerio sacerdotal maduró en fidelidad al carisma católico antiguo, consolidando vínculos con diversos líderes de Iglesias apostólicas, y ahondando en el estudio de la Tradición como fuente viva de comunión.
Este camino, vivido en oración y discernimiento, lo condujo a una renovada comprensión del testimonio apostólico como vía fecunda para anunciar el Evangelio en el mundo actual, y como fundamento para una pastoral enraizada en la fe de los Padres y abierta a la acción del Espíritu en la historia.

El 5 de noviembre de 2020, con ocasión de la memoria litúrgica de San Zacarías y Santa Isabel, recibió la consagración episcopal según el rito latino tradicional, en el Oratorio de la Santa Cruz, en Graubünden (Suiza). No obstante, tras un tiempo de discernimiento y profunda revisión, asumió, como gesto de prudencia pastoral y expresión de coherencia espiritual, una consagración sub conditione, que consideró fundamento sacramental de referencia en el ejercicio de su ministerio episcopal.

Siendo el Año del Señor dos mil veintidós, en Domingo dos de octubre, día del Señor y festividad de los Santos Ángeles Custodios, Mons. Abraham Luis Paula fue consagrado, sub conditione, al sagrado Orden del Episcopado, según el rito del Pontifical Romano, en solemne ceremonia celebrada en la Iglesia de la Paz de la ciudad de Madrid, capital del Reino de España.
La consagración fue conferida por Su Eminencia Reverendísima, Monseñor Victor John Payne, Rector y Provincial del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, para la Orden de Reunión Corporativa y el Patriarcado Mundial Americano, en espíritu de servicio eclesial y con plena conciencia del carácter apostólico y universal de la Iglesia.
Este acto sagrado, realizado conforme a la intención sacramental y a la fe viva de la Iglesia indivisa, comporta la incorporación de Mons. Abraham Luis Paula a las prístinas líneas de Sucesión Apostólica celosamente conservadas por la referida Orden. Todo ello se inscribe en un camino de fidelidad eclesial orientado, con prudencia y esperanza, hacia una comunión más visible en el Cuerpo de Cristo.
Desde los albores de su ministerio episcopal, Mons. Abraham Luis Paula ha promovido, con espíritu de discernimiento y apertura, un diálogo fecundo con la Ortodoxia, acogiendo su tesoro teológico y espiritual desde una vivencia profundamente enraizada en la tradición litúrgica y doctrinal de Occidente. Esta búsqueda responde a su firme deseo de manifestar en su enseñanza un testimonio eclesial profundamente enraizado en el carácter cristológico y pneumatológico, bíblico y patrístico, en plena fidelidad a la catolicidad —es decir, a la vocación universal de la Iglesia—.
Su acción pastoral, marcada por la contemplación y la comunión, se ofrece como un canto sereno y profundo a la continuidad viva del cristianismo, así como una invitación constante al diálogo, la reconciliación y la unidad visible de todos los que confiesan a Cristo, en la esperanza de una Iglesia verdaderamente «una en la diversidad».
Esta búsqueda de unidad en lo esencial, vivida con fidelidad a la catolicidad antigua y arraigada en la fe de los Concilios Ecuménicos de la Iglesia indivisa, no permaneció en el ámbito de la reflexión teológica. El 24 de marzo de 2023, en el Monasterio de Todos los Santos, en la Ciudad Santa de Kiev, un grupo de obispos ortodoxos reunidos bajo la presidencia de Su Eminencia el Arzobispo-Archimandrita Sebastián de Berestov, acogió fraternalmente la solicitud de Mons. Abraham Luis Paula Ramírez de ser ordenado al episcopado conforme a la praxis litúrgica y sacramental de la Santa Ortodoxia, gracia esta que ellos mismos habían recibido en el momento oportuno y de la manera correcta de obispos justos y piadosos, en particular a través de Su Santidad el Arzobispo de Kiev y Patriarca de Rusia-Ucrania, Filaret. Decidieron, por la salvación de las almas y el bienestar de la Iglesia de Cristo en el mundo, corresponder positivamente a la sobredicha petición.
Así, el 26 de marzo de 2023, Cuarto Domingo de la Gran Cuaresma, y durante la celebración de la Divina Liturgia en el mismo monasterio de Kiev, el Arzobispo Sebastián, junto a los obispos Savatiy de Pechersk, Vladímir de Pereyaslavsk y Sergio de Boryspil, procedieron a la ordenación episcopal de Mons. Abraham Luis Paula; reconociéndole con el título de Obispo de Madrid y Metropolitano del Reino de España, para el servicio pastoral de la Iglesia Antigua Católica y Apostólica.
Todo cuanto aconteció en la fecha y lugar indicados, fue realizado bajo la más estricta observancia los Santos Cánones y las Tradiciones Sagradas de la Iglesia Ortodoxa, por los cuales, y de igual modo, fue precedentemente elevado a los grados sagrados de Diácono y Presbítero, por Vladyka Sebastián, Arzobispo de Berestov.

Este deseo de recibir una línea sucesoria venerada en la tradición oriental no implicó en modo alguno el rechazo de la consagración previamente recibida, ni supuso una ruptura con su herencia litúrgica latina. Sin contradecir la gracia ya conferida, Mons. Abraham Luis Paula acogió todo el sacramento del Orden en la más pura ortodoxia como un signo de apertura a la plenitud de la Tradición apostólica y como expresión de la convergencia armónica entre las formas orientales y occidentales del único Cuerpo de Cristo.
Ambas consagraciones son reconocidas como válidas en sí mismas, armónicas en su intención sacramental y convergentes en su orientación eclesial, configurando una única vocación episcopal al servicio de la unidad visible de la Iglesia.
El alcance sacramental confiado a Mons. Abraham Luis Paula, conforme a la tradición viva de la Iglesia indivisa, lo constituye en servidor y custodio de la vida eucarística de la comunidad que preside. En este ejercicio ministerial resuena la antigua enseñanza de san Ignacio de Antioquía: "Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo; tal como donde está Jesucristo, allí está la Iglesia católica".
La forma de vida eclesial que encarna esta comunidad, orientada por un discernimiento episcopal-sinodal y guiada por la fidelidad a la Tradición, busca mantenerse en continuidad con la praxis de las Iglesias locales de los primeros siglos. En esta perspectiva, su caminar se apoya en una sucesión apostólica auténticamente recibida y documentada, como expresión visible de comunión en la fe, al servicio del Pueblo de Dios.
De este modo, los fieles que se congregan en la Iglesia Antigua Católica y Apostólica —perseverando en la forma litúrgica recibida de la Iglesia de Occidente— buscan vivir la fe apostólica transmitida por los santos a lo largo de los siglos. Esta fe permanece expresada en las fórmulas comunes, definiciones y decisiones de los Concilios Ecuménicos del primer milenio, reconocidas como patrimonio espiritual compartido por las distintas tradiciones y patriarcados históricos.
Tal fundamento vincula íntimamente a esta comunidad con la plenitud de la catolicidad, al participar de la misma confesión de fe, del único bautismo, de la Eucaristía válidamente celebrada y de la auténtica sucesión apostólica, signos visibles de comunión eclesial.
Actualmente, Mons. Abraham Luis Paula ejerce su servicio episcopal acompañando, con discreción y entrega, a la comunidad de fieles que acompañan a la IACA en Madrid, como expresión orante de la Tradición apostólica y lugar de escucha del Evangelio. En humildad y esperanza, esta comunidad vive su fe como camino, buscando reflejar en su vida sacramental y en su caridad concreta el deseo profundo de unidad que brota del corazón de Señor, con la confianza de que todo lo verdadero y santo encuentra, por la gracia de Dios, su plenitud en la comunión del Cuerpo de Cristo.